Acción noviolenta reforzando el amor y la libertad

1. Presentación

Esta es una invitación a diseñar con nosotros una acción noviolenta que quiere reforzar el amor y la libertad como respuesta humana ante esta crisis.

Esta propuesta la estamos impulsando un grupo de personas de diferentes ámbitos de activismo y arte que nos empezamos a reunir poco después de la declaración del estado de alarma. Pensando cómo responder a esta crisis se nos ocurrió  hacer una acción con las mascarillas y nos gustó mucho la idea. Dado que preparar una acción bien hecha es un arte en sí mismo generamos un grupo de trabajo que después de un proceso intenso ha diseñado el marco que queremos dar a la acción: Por un lado un análisis de las percepciones comunes en el momento actual y por otro lado hemos generado un acuerdo sobre los valores que nos parecen más importantes defender en este momento: el amor y la libertad.

Con este fin, queremos implicar a más personas en la preparación de la acción y por ello invitamos a una serie de talleres y actividades. 

Durante la semana del 4 al 10 de Mayo vamos a buscar el lema o la idea central de la acción; esta frase corta que necesitamos oír todos y todas en este momento. Después, durante la semana del 11 a 17 de Mayo será el momento de preparar la acción. Todas las participantes vamos a diseñar juntas cómo materializamos esta idea central para que llegue a la máxima cantidad de personas posible.

2. El sentir común en la sociedad en este momento

Hicimos un análisis de lo que está pasando dentro de nosotros en esta situación de crisis. Buscamos los puntos más comunes en la sociedad a tres niveles: ¿Qué sentimos? ¿Qué pensamos? ¿Qué vemos?


A nivel de las emociones llegamos a la conclusión que la emoción dominante es el miedo,  expresado de muchas maneras y ante muchos aspectos diferentes. Mientras que algunas  personas tienen miedo a la enfermedad y la muerte, otras tienen miedos económicos, temen por su sustento, otras tienen miedo a la represión estatal o el rechazo de aquellos que les rodean, o miedo a que sus acciones le hagan daño a los demás… Relacionado con el miedo también destacamos sentimientos de incertidumbre, impotencia y también rabia e ira.

Aparte de esto percibimos que también cada vez hay más dolor y tristeza por todo lo que se va perdiendo en esta crisis, tanto vidas como negocios, amistades… Y también que hay una nostalgia por el contacto humano, las relaciones sociales, la vida social, la calle, el aire, el sol, la naturaleza… todas estas cosas cotidianas que tomábamos por dadas y que ahora mismo las anhelamos.


A nivel de pensamientos destacamos una serie de ideas, algunos más relacionados con la situación actual, otros más relacionados con el ‘después’.

Las ideas más directamente relacionadas con la crisis actual tienen que ver con la amenaza de la muerte, que nosotros mismos, nuestros seres queridos, o sencillamente mucha gente muere o puede morir.

Cómo ideas ‘respuesta’ a esta crisis hay varias. Por un lado ideas propositivas cómo ‘Esto lo paramos juntos’, que en un sector importante de la población, por el número,  se convierte en la idea de que hace falta controlar a los ‘irresponsables’.  También hay ideas que ven la realidad de manera mucho más negativa, que se centran  en que alguien nos esta manipulando (siempre del bando ‘enemigo’) y en muchos casos incluso se llega a la idea de que estamos frente una conspiración mundial.

Dirigido hacia el futuro hay muchas especulaciones. Es común la pregunta de ‘¿Hasta cuándo durarán las medidas de seguridad?’, acompañada cada vez más de la idea de que ‘la normalidad no va a volver’ y que a partir de aquí habrá más situaciones como la actual que llevarán a sociedades cada vez más controladas, distantes y digitalizadas.

Otros pensamientos comunes acerca del futuro tienen que ver con las situaciones económicas actuales y se pueden resumir alrededor de la pregunta: ‘¿Qué será de nosotros después? ¿Tendremos de qué vivir?’


Acerca de lo que se ve hay todo un primer sector que tiene que ver con la enfermedad y con la transformación de la vida cotidiana por la cuarentena.

Vemos  calles vacías, con las personas dentro de sus casas, manteniendo distancia, con mascarillas y guantes… También vemos un aumento de la presencia policial (y de otros cuerpos) y de sus controles. Aparte vemos con frecuencia información sobre la enfermedad, la cual está muy centrada en cifras y gráficos.

Cómo consecuencia de este cambio de vida vemos como muchos hábitos han cambiado. 

Una cosa muy clara es el aumento de las herramientas tecnológicas y de las redes sociales, donde está nuestra mirada más que nunca.

Aparte vemos más conflictos y violencia, desde los abucheos de los balcones, las cartas que rechazan a sus vecinos sanitarios, la violencia policial para imponer la cuarentena o también sencillamente conflictos que aparentemente no tienen nada que ver con la situación actual.  Parece haber un aumento de conflictos.

Por otro lado hay mucha visibilidad de las personas que se saltan la cuarentena, que no actúan según las nuevas normas de comportamiento, sea por salir a correr o por dejar que sus niños jueguen juntos en el parque. Aquí intuimos que hay una desproporción grande entre el porcentaje de población que tiene estos comportamientos (que es bajo) y el peso que tiene en la percepción (que es alto).

Otra cosa que vemos son estas imágenes de mascarillas y guantes tirados, de la basura generada por la cuarentena.


A nivel positivo vemos que hay personas que sienten esperanza, que ven en esta crisis una oportunidad para transformar la sociedad y que ahora mismo se están reuniendo para crear nuevas realidades. Volver a una “normalidad” que nos mantenía en la injusticia y el desequilibrio no es la meta. Visualizamos un mundo centrado en las actividades esenciales que mantienen la vida. 

3. Defendemos

Vemos que en este momento es crucial defender la libertad. 

Ahora mismo se habla mucho de las libertades que podemos perder a nivel legal, un peligro que también nosotros lo vemos. Pero hemos decidido enfocarnos en otro aspecto que subyace al nivel legal: la libertad entendida como la capacidad del individuo de decidir y actuar de manera libre.

Decimos que en este aspecto es importante entender la libertad desde un punto de vista comunitario y desde nuestras interrelaciones, es decir que mi libertad individual está estrechamente relacionada con la libertad de los demás y la responsabilidad que tenemos hacia ellos, de no pisar su libertad. Para realmente poder ser libres nos tenemos que cuidar mutuamente. 

También hay un aspecto de capacitación del individuo, dijimos que la libertad está relacionada con la capacidad de decidir. ¿Pero qué pasa con esta capacidad si le falta información? ¿O si está superado por exceso de información? ¿Y si está en un estado emocional que le ciega? ¿O físicamente agotado? Todos estos factores reducen esta capacidad de decisión. Por ende la libertad individual está estrechamente ligada con cierto nivel de equilibrio interno.

Y ante este concepto de libertad, ¿que nos guía a la hora de vivirla? ¿Como tenemos certeza de que estamos siendo libres en nuestra toma de decisiones?  

 ¿Qué nos indica la dirección a tomar? ¿Qué escuchamos para tomar una decisión? Y es aquí donde probablemente se ponga en juego la búsqueda de equilibrio entre lo que mi corazón desea y los obstáculos de afuera, hasta que entendemos que no son obstáculos, que son partes a integrar que forman parte de mi vida, de mi mundo Nos sentimos libres cuando hacemos lo que queremos (lo que queremos de verdad, no aquello que nos han hecho creer que queremos). Lo que queremos nos lo dice nuestro corazón, y en el fondo lo que queremos es vivir en amor. El amor desde una mirada amplia que me integra a mí dentro del mundo.

Y encontramos armonía y felicidad cuando integramos las cosas. Nos volvemos íntegros, nos completamos y entonces nuestros deseos van cambiando de forma y empiezan a incluir lo que nos rodea porque experimentamos que la integración nos hace bien, nos hace felices. Y así, vamos aprendiendo a amar y ser libres, en armonía con el todo, porque no puede ser de otra forma.

Así, cuando hablamos de libertad hablamos de amor inevitablemente y viceversa.

Se puede decir que la libertad vivida con amor lleva al respeto y a la responsabilidad, porque implica una búsqueda de equilibrio entre uno y los demás. Esta armonía nos lleva a la felicidad, al bienestar, a la paz.

4. Participa

Queremos hacer esta acción a lo grande, ¡que llegue a todo el país!

Toda participación contará:

Muchas personas pequeñas
que dan muchos pasos pequeños
pueden transformar el mundo.

Y queremos que participes, que nos ayudes a formular esta acción transformadora vinculada a la mascarilla.

Por esto te invitamos a participar en uno de nuestros nuestro talleres-laboratorio.

Los haremos de vía telemática entre el 7 y 9 de Mayo en diferentes horarios.

¡Apúntate y participa en estos diálogos para influenciar esta ‘nueva normalidad’ de manera activa!

Te puedes inscribir aquí.

¡Contacta con nosotros!

Teléfono: 635 79 77 25

Correo: lunaredcultural@gmail.com

Pasadnos vuestros contactos y os iremos informando de diferentes posibilidades de colaborar, algunos de muy poco tiempo, otros más extensos.

2 comentarios

  1. Hola,
    Estoy interesado en este movimiento. Iré compartiendo las propuestas a través mis canales de comunicación.
    Si se puede colaborar de alguna forma estaría encantado. Tengo un Centro de Terapias Naturales, Yoga y Aikido.
    Muchas gracias,

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