10 miedos que la crisis actual ha despertado

Desde «Demos cara al miedo» estamos invitando a un diálogo sobre el rol del miedo en esta crisis mundial. Partimos de que ahora mismo sentimos muchos miedos y que es necesario hablar de ellos abiertamente.

Nuestra propuesta ha recibido muy buena acogida. Diferentes personas han compartido con nosotros sus reflexiones y testimonios. Muchos de ellos publicaremos de manera individual, pero también nos parece interesante juntar las diferentes voces.

Así que aquí compartimos con vosotros diferentes miedos que hemos recibido:

1. Tengo miedo de que mi madre y mi abuela enfermen, de que se mueran.
2. Tengo miedo de no poder volver a dar un abrazo ni un beso, de no poder volver a coger alguien de la mano.
3. Lo que más miedo me da es que estamos diciendo sí y amén a cualquier medida que se imponga. No reflexionamos sobre si es lo mejor, no buscamos otros puntos de vista. Es cómo si el miedo al virus hubiera paralizado a la sociedad y anulado el pensamiento crítico.
4. Tengo miedo a salir a la calle, no tengo ni guantes ni mascarilla y no hay en las farmacias.
5. Tengo miedo de que gente una vez pasada esta situación no pueda hacer vida normal por las secuelas psicológicas.
6. Me da miedo la destrucción del actual sistema económico y de todo el entramado laboral y social. Me da miedo pensar, en que los ERTEs no serán tan provisionales como parece. Que la mayor parte de puestos de empleo perdidos nunca serán recuperados. Que la pobreza asentará su señorío con todavía más fuerza que en el presente. Que los pobres serán más en número y aún más pobres.
7. No tengo miedo a la muerte, sé que algún día vendrá. Pero sí tengo miedo de sufrir en este mundo terrenal.
8. Tengo miedo a que el aislamiento le haga daño a mi hijo de un año.
9. Entre medias me suben miedos conspiranoicos: miedo al control, a la falta de libertad, a la manipulación, a la incertidumbre… Tengo miedo de que nos están manipulando, de que alguien está jugando con nuestras vidas.
10. Tengo miedo a decir que tengo miedo, porque tengo miedo.