Responsabilidad

Por Charo Rodriguez. 62 años. Madrid. En camino.

Para gestionar nuestro miedo, como cualquier emoción, en primer lugar necesitamos hacernos responsables de él. En vez de buscar culpables, mirarnos a nosotros mismos. Y mirarnos con objetividad, con verdad. Por ello creo que puede ayudar recordar algunos conceptos que, pienso, están en desuso o entendidos de una manera que nos produce rechazo en vez de ser una invitación a explorar el camino que señalan. 

Por mi edad me ha dado tiempo a conocer algo de los conceptos de responsabilidad,  honestidad, derechos y deberes… Conceptos que poco a poco han ido cambiando de significado en nuestras mentes y desapareciendo de nuestras vidas como cargas excesivas e inútiles. Me gustaría recordar su significado original y que nos planteemos si puede valer la pena recuperarlos en nuestra vida.

Responsabilidad

La asociamos a obligación. Soy responsable de algo cuando tengo una obligación respecto a ese algo. Pero no es una obligación, es una capacidad. La capacidad de responder, de dar una respuesta personal, consciente y libre en cualquier situación. Es responsable quien responde. 

Responder se opone a reaccionar. La reacción es impulsiva, no elegida, no sabemos «por qué reaccionamos así», nos dirige el subconsciente. 

A veces sí sabemos por qué reaccionamos como lo hacemos: porque estamos enfadados, porque estamos contentos… Pero no nos hemos tomado un momento para preguntarnos si ese comportamiento es el que queremos tener. Sigue siendo una reacción, sigue dirigiéndonos el subconsciente. No estamos siendo responsables. No estamos siendo los dueños de nuestra vida. 

Cuando empezamos a ejercitar esta capacidad de responder empezamos a saborear lo que significa estar satisfecha de una misma, lo que puede significar ser dueña de tu vida, lo que puede ser esa libertad que sólo depende de ti. 

Para ser responsables necesitamos ser honestos: no engañarnos a nosotros mismos.

Para que no se acumule la información, tener tiempo para reflexionar sobre la responsabilidad y dejar reposar esa reflexión, otro día seguiremos con la honestidad.

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